Con la llegada de la primavera, el ambiente se llena de pequeñas partículas de polen que pueden desencadenar en una serie de efectos indeseados en nuestro organismo. ¿Cómo saber si tienes alergia al polen? Aparecen síntomas tales como goteo nasal, picor de ojos, ojos llorosos, estornudos repetidos, y picor nasal entre otros. Saber qué plantas son las responsables de tu alergia al polen para tomar las medidas oportunas, así como mantenerte informado sobre cuál es la previsión de polen en cada zona, será crucial para mantener alejada la rinitis alérgica estacional.
A continuación, damos respuesta a las preguntas más habituales sobre rinitis alérgica estacional, síntomas de la alergia al polen y qué tomar para la alergia al polen:
¿Qué es la alergia al polen?
La alergia al polen o polinosis es una sensibilidad inmunitaria que provoca una reacción inflamatoria. Es decir, cuando entramos en contacto con el polen (antígeno), éste excita y activa las células inmunitarias como si se tratara de un patógeno, provocando inflamación.
Los efectos del polen en personas alérgicas se manifiestan en ojos y vías aéreas superiores (sobre todo, mucosa nasal, aunque a veces también garganta e incluso bronquios), a causa de las propiedades del polen: se trata de un alérgeno aerotransportado, es decir, que se desplaza por el aire. De esta manera, entra en contacto directo con nuestras mucosas respiratorias, donde se produce la reacción inflamatoria.
¿QUÉ CLASE DE PLANTAS SON LAS QUE PRODUCEN ALERGIA AL POLEN?
Aunque cada planta poliniza en un período de tiempo concreto, podemos distinguir entre tres categorías:
- Árboles, como el olivo, el ciprés, el plátano de sombra, el abedul, las encinas, el fresno, el avellano o el pino, entre otros.
- Gramíneas, entre las que distinguimos las cultivadas (como trigo, centeno, arroz, maíz o cebada) y las silvestres (como césped o hierba, heno o espiguillas).
- Arbustos, malezas y plantas herbáceas, como la ambrosía o la artemisa.
La principal causa de rinitis alérgica para muchos de los españoles la producen las gramíneas, pues se extienden de manera similar por las zonas del norte, centro y sur de España, siendo únicamente más débil en la costa mediterránea.
Síntomas de la alergia al polen
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes que produce el polen y la rinitis alérgica en nuestro organismo?
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Picores nasales y estornudos.
Los estornudos y los picores nasales son síntomas asociados a la rinitis alérgica. Aunque a menudo suelen confundirse con un simple resfriado, las personas alérgicas al polen suelen presentar episodios de estornudos en las primeras y últimas horas del día, ya que se trata de momentos con alta concentración de polen en el aire.
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Congestión nasal y mucosidad (rinorrea).
La acumulación de mucosidad y la congestión, suelen ser los efectos del polen más habituales en personas con rinitis alérgica. A estos síntomas de rinitis alérgica pueden sumársele el dolor de cabeza, aunque no suele ser lo más habitual.
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Picor de ojos.
El picor de ojos es otro de los síntomas, así como también el lagrimeo, el enrojecimiento, la hinchazón y la acumulación de legañas. Es conveniente no rascarse e intentar limpiar la zona con suero salino fisiológico de manera recurrente para aliviar estos síntomas de alergia al polen.
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Asma y sibilancias.
En casos más avanzados de rinitis alérgica, puede llegar a aparecer problemas respiratorios similares al asma. Debido a que una rinitis alérgica perpetuada en el tiempo y no tratada puede desencadenar un problema de asma, consulta a tu médico con los primeros síntomas alérgicos para que pueda recomendarte el tratamiento más adecuado a seguir.
¿Cómo combatir la alergia al polen?
¿Cómo evitar la alergia al polen? La principal medida para combatir la rinitis alérgica es evitar la exposición directa al alérgeno. Estas son algunas de las recomendaciones que deberíamos tener en cuenta:
- Evitar las salidas al campo y las actividades al aire libre en los momentos de mayor concentración de polen, como son a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde.
- Proteger los ojos con gafas de sol y cubrir la nariz o la boca con mascarillas, así como también extremar la higiene de manos.
- No ventilar la casa a primera hora de la mañana ni a última de la tarde e intentar, en la medida de lo posible, mantener cerradas puertas y ventanas que comuniquen con el exterior.
- Mantener las ventanillas del coche cerradas y los filtros del aire limpios para evitar que el polen permanezca en los mismos.
- Cambiarse de ropa al llegar a casa y evitar tender la ropa al aire libre en plena época de polinización.
Finalmente, una vez han aparecido los síntomas, todavía podemos poner remedio para la alergia al polen. En primer lugar, retirar el polen que pueda estar en contacto con nuestras mucosas respiratorias y oculares, mediante un lavado nasal y/o ocular. Posteriormente, puedes recurrir a un medicamento para la alergia al polen recomendado por tu farmacéutico o médico, como puede ser un antihistamínico y/o descongestionante. No dudes en solicitar ayuda para encontrar el tratamiento para la alergia al polen más indicado en tu caso.
¿CUÁNDO EMPIEZA LA ALERGIA AL POLEN Y HASTA CUÁNDO DURA?
La alergia al polen comienza y termina con la época polínica de la planta a cuyo polen eres sensible. Por eso, es importante que solicites ayuda a tu médico para determinar qué pólenes te están afectando. Será la forma de prever el inicio y final de los síntomas, así como de evitar concretamente los efectos del polen.
Para ayudarte a evitar los síntomas de la rinitis alérgica en los días de mayor densidad de polen en el aire, te recomendamos consultar con frecuencia un mapa del polen. La App Polen Control te ofrece esta información y, además, puedes llevar un control de los síntomas que te permitirá detectar los polenes que te producen sensibilidad alérgica.
Y, si no quieres que se te escape nada más, puedes mantenerte informado sobre cuál es la incidencia de los niveles de polen en tu zona geográfica a través de nuestro mapa del polen. Puedes escribirnos en Facebook y estar al día sobre todo lo relacionado con la rinitis alérgica estacional.
¡Feliz primavera! 🙂