La rinitis alérgica se caracteriza por síntomas como la rinorrea, el picor o prurito nasal, los estornudos y la obstrucción nasal. En realidad, es una inflamación de la mucosa nasal causada por la alergia, y que a su vez puede ser causada por distintos alérgenos comunes como el polen, el moho, los ácaros, el polvo o el pelo de animales. Es muy molesta, y los tratamientos farmacológicos son de gran ayuda para controlar los síntomas de la alergia. Además, entre los remedios no farmacológicos para mantener a raya los irritantes síntomas de la rinitis alérgica, los lavados nasales son un complemento a la terapia que han probado su eficacia.
¿QUÉ SON Y POR QUÉ FUNCIONAN LOS LAVADOS NASALES CONTRA LA RINITIS ALÉRGICA?
Los lavados nasales consisten en la aplicación de una solución salina en la cavidad nasal. El objetivo de realizar un lavado nasal es movilizar el moco de la cavidad nasal. El moco hace una función vital: atrapar bacterias, virus, polvo y demás sustancias para que el aire que llega a nuestros pulmones sea lo más limpio posible. Entre otras sustancias, en el moco se pueden acumular las sustancias alergénicas a las que estamos sensibilizados, y por ello, los lavados nasales nos ayudan a reducir la exposición a dichos alérgenos. Si rutinariamente lavamos nuestra cavidad nasal, fluidificamos el moco y facilitamos su evacuación. De esta manera se favorece la eliminación de los alérgenos para que no se acumulen en la mucosa nasal. El resultado es un alivio de los molestos síntomas nasales de la rinitis alérgica.
Es importante recordar que tampoco es recomendable sobrepasar las indicaciones médicas sobre la frecuencia adecuada de lavados nasales. La mucosa nasal puede irritarse si constantemente aplicamos una solución salina. Debemos darle tiempo a regenerar el moco para que la aplicación de lavados nasales produzca el máximo efecto beneficioso contra la rinitis alérgica sin dañarla. Siempre consulta a tu especialista médico sobre el tipo y la frecuencia de lavado nasal más adecuado a tu situación, pero en general, no se recomienda excederse de 2-3 lavados nasales diarios.
¿TODAS LAS SOLUCIONES SALINAS SON IGUALES PARA REALIZAR UN LAVADO NASAL?
No. En general hay dos tipos de soluciones salinas que podemos utilizar en los lavados nasales: las soluciones isotónicas y las soluciones hipertónicas.
- Las soluciones isotónicas son soluciones salinas con una concentración de sales similar a la de los fluidos de nuestro organismo, como por ejemplo el suero fisiológico que contiene una concentración de sal del 0,9%. Los lavados nasales con esta solución actúan simplemente desplazando el moco para movilizarlo, que no se acumule y se regenere.
- Las soluciones hipertónicas son aquellas con una concentración de sal más elevada, de un 2-3% que es más parecida al agua de mar, o incluso mayor, cercano al 6-7%. Este tipo de soluciones son capaces de hidratar mejor el moco de forma que se movilizará con más facilidad.
¿CUÁL ES LA FORMA CORRECTA DE HACER UN LAVADO NASAL?
Los lavados nasales con agua de mar pueden limpiar la superficie mucosa, arrastrando el moco, secreciones, microorganismos y células inflamatorias. Dependiendo de la posición en que esté la cabeza durante el lavado nasal, el líquido introducido por la nariz puede viajar a través de una fosa nasal hacia la faringe y/o a la fosa contralateral. Ya que las fosas nasales están comunicadas entre ellas y con la faringe, dos lavados nasales serán totalmente distintos dependiendo del ángulo en que ladeemos la cabeza o en la posición en que lo hagamos. Hay que tener especial cuidado al ladear la cabeza para hacer un lavado nasal ya que podemos favorecer que el moco se traslade al oído donde puede producir dolor (otalgia) o infección (otitis).
Es por ello que, para empezar, si no estás acostumbrado a realizar lavados nasales sería más recomendable que los hagas con la cabeza recta y solo inclines ligeramente la cabeza hacia atrás para favorecer que el moco circule hacia la faringe y no hacia tus oídos. Aun así, consulta con tu especialista médico para que podáis encontrar la mejor técnica y tipo de lavado nasal, el más adecuado a tu situación ya que no existe ningún criterio único o protocolo a seguir que sea uniforme para realizar los lavados nasales. Es importante aprender una buena técnica que tu especialista médico puede enseñarte. Los lavados nasales pueden hacerse con una gran variedad de aplicadores y soluciones distintas. Una jeringa o botella donde hayamos cargado directamente la solución salina suele usarse para la aplicación de sueros isotónicos mientras que las aguas de mar suelen aplicarse con nebulizadores de irrigación que llevan un aplicador que facilita la administración.
De todas formas, los lavados nasales se consideran muy seguros y muy eficaces como tratamiento adicional al tratamiento farmacológico que te haya pautado tu médico.