Las personas con enfermedades por hipersensibilidad, como la rinitis alérgica, pueden estar sensibilizadas a múltiples alérgenos y presentar diversos brotes sintomáticos a lo largo del año. Todo dependerá de los pólenes a los que estén sensibilizadas y la concentración del mismo en el entorno. Por ello es recomendable conocer que pólenes predominan en cada estación y la sensibilidad del paciente a cada uno de ellos.
PÓLENES PRESENTES EN INVIERNO
Durante los meses fríos cobra especial importancia la presencia de polen de las cupresáceas, que afecta hasta al 40% de las personas alérgicas a pólenes. La familia de las cupresáceas está formada por más de 125 especies, aunque las más extendidas y conocidas son los cipreses y las arizónicas, y su polen es uno de los alérgenos más potentes. Estas plantas se encuentran en la mayoría de parques y jardines, distribuidos por toda España, aunque con mayor preponderancia en grandes ciudades como Madrid y Barcelona. Su período de polinización va desde octubre hasta abril, alcanzando su pico máximo en febrero. En el inicio de la polinización la lluvia no juega un papel importante (como ocurre con las gramíneas), sino la baja temperatura ambiental.
Otro de los pólenes presentes durante el invierno es el perteneciente a la familia de las palmáceas. Se trata de especies abundantes en las regiones mediterráneas de España, pero las alergias provocadas por el polen de palmera (Phoenix dactylifera) no han sido muy estudiadas. Aunque la prevalencia global de alergia al polen de palmera parece ser baja, puede ser de especial interés si vives en una zona con alta densidad de palmeras. Esta especie inicia su polinización entre la segunda semana de febrero y la segunda semana de marzo, y se prolonga hasta finales de mayo o primeros de junio.
¿Rinitis o resfriado?
Como hemos mencionado en anteriores entradas, durante el invierno predominan también las afecciones respiratorias víricas. Algunas personas pueden confundir los síntomas con facilidad, especialmente si no han sido diagnosticadas de su alergia previamente.
Recuerda que la rinitis no causa fiebre ni malestar físico acusado, y en cambio predominan los síntomas locales de vías altas: rinorrea clara, picor nasal y/o ocular y estornudos. Si presentas fiebre o malestar general, debes buscar atención médica y seguir las recomendaciones de las Autoridades Sanitarias de tu zona.
PREVENCIÓN
Como hemos visto en otros artículos, evitar la exposición al estímulo alergénico (polen) es la prevención más eficaz para evitar los síntomas de la rinitis alérgica.
Para prevenir las alergias a las cupresáceas, se aconseja:
- Evitar hacer ejercicio al aire libre cuando haya mucho viento, principalmente en zonas con cipreses.
- Usar mascarilla con filtro para polen para evitar que el polen llegue a tus vías respiratorias.
- Utilizar el Mapa del Polen para conocer los niveles de polen de las diversas especies en tu zona, y evitar actividades al aire libre en días de nivel máximo de polen.
Si ya se ha desencadenado un brote, puedes realizar lavados nasales para eliminar las secreciones y reducir la carga de alérgeno atrapado en mucosas. Asimismo, un tratamiento combinado de antihistamínico para la alergia y pseudoefedrina te ayudará a lidiar con los síntomas de la rinitis alérgica.
Dr. Antonio Mimoso, colegiado nº 54436