La atopia es una condición que nos hace más predispuestos a todo tipo de afecciones alérgicas, como la rinitis alérgica acompañada de conjuntivitis alérgica. Estas reacciones hipersensibles suelen aparecer juntas al contacto con alérgenos aerotransportados, como el polen o el polvo, que entran en contacto con las mucosas de las zonas nasal y ocular. Así, puede aparecer un cóctel de síntomas doblemente molesto: goteo nasal, congestión nasal, lagrimeo, picor de ojos, estornudos… Encontrar un tratamiento completo que alivie todos los síntomas ayudará a lidiar con ellos sin que nuestro bienestar se vea afectado.
¿POR QUÉ LA CONJUNTIVITIS Y LA RINITIS ALÉRGICA APARECEN JUNTAS?
La hipersensibilidad alérgica puede expresarse de formas diversas, ya que no afecta únicamente a un órgano o zona anatómica, sino que se debe a una excitación inmunitaria ante la presencia de un alérgeno. Por eso, que la alergia tome forma de rinitis, conjuntivitis, dermatitis, etc., dependerá de cómo el alérgeno entre en contacto con nuestra piel o mucosas:
- La rinitis alérgica se debe al contacto con alérgenos aerotransportados, es decir, que se encuentran en suspensión en el aire que respiramos, de manera que la primera zona de nuestra anatomía con la que entran en contacto es nuestra mucosa nasal.
- La dermatitis alérgica aparece por contacto directo con el alérgeno (por ejemplo, al tocar un animal al que somos alérgicos). Algunas alergias alimentarias también se manifiestan en la piel, sobre todo alrededor de la boca.
- La conjuntivitis alérgica pude deberse al contacto con un alérgeno aerotransportado que se adhiere a la zona de la conjuntiva que está expuesta al aire. O bien, puede deberse al contacto con un alérgeno que ha sido transportado de la mano al ojo, por ejemplo, si hemos tocado un objeto cubierto de polvo y después nos hemos frotado un ojo.
Por tanto, la rinoconjuntivitis alérgica (alergia en la que aparecen síntomas nasales y oculares a la vez), suele deberse a la presencia de alérgenos en el aire, como pueden ser los pólenes o el polvo.
PREVENCIÓN DE LA RINOCONJUNTIVITIS ALÉRGICA
La regla de oro en la prevención de todas las alergias es la evitación del antígeno, es decir, procurar no entrar en contacto con aquello que nos produce alergia. Cuando el antígeno es aéreo, esto puede ser más difícil, pero aún así podemos hacer mucho para evitarlo:
- En primer lugar, es aconsejable consultar con un médico que ayude a determinar cuál o cuáles son los antígenos que provocan hipersensibilidad. Cuando más específica sea esta determinación, mejores medidas podremos tomar para evitarlos.
- Evitar ambientes cargados de antígeno, por ejemplo, los lugares polvorientos o las zonas ajardinadas en época de floración, según si nuestra alergia se debe al polvo o al polen.
- Si somos sensibles al polen, evitar pasar mucho tiempo al aire libre en épocas de polinización. Para saber qué días debemos protegernos más, podemos consultar un mapa del polen o una aplicación móvil con alertas sobre los niveles de polen. En caso de tener que salir, debemos llevar gafas de sol que cubran bien e, incluso, una mascarilla que filtre las partículas alergénicas.
- Si somos sensibles al polvo, deberemos protegernos igualmente al exponernos. Por ejemplo, al visitar un almacén u otros locales polvorientos, o al hacer limpieza en casa. Podemos usar gafas de protección y una mascarilla adecuada en estas ocasiones.
- El uso de lavados nasales y de sueros oftálmicos nos ayudará a eliminar los restos de polvo y polen de nuestra mucosa nasal y ocular cuando hayamos estado expuesto. Consulta con tu farmacéutico las opciones disponibles.
Finalmente, si a pesar de estas medidas continúas presentando síntomas molestos, acude a tu médico para que podáis encontrar juntos un tratamiento adecuado que te permita aliviar estas molestias.
Referencias:
- https://emedicine.medscape.com/article/1191467-treatment#d14