Como hemos comentado anteriormente, hay ciertos alimentos que funcionan como antihistamínicos naturales y ayudan a prevenir los síntomas de la rinitis alérgica, como la cebolla y el ajo. La cebolla es el vegetal más popular y el que mayores niveles de quercetina posee; por su parte, el ajo es el antibiótico natural por excelencia gracias al mismo componente.
Pero, ¿qué es la quercetina? Se trata de un potente antioxidante altamente beneficioso para la salud, lo que lo hace ideal para prevenir síntomas de la alergia como la secreción nasal y los ojos llorosos. Esto se debe a que:
- Posee propiedades antiinflamatorias, por lo que ayuda a evitar que pulmones, fosas nasales y ojos se hinchen, como suelen hacerlo cuando el polen entra en contacto con el cuerpo.
- Es un potente antibiótico natural que ayuda a evitar la liberación de compuestos químicos que producen síntomas típicos de la alergia como secreción nasal, lagrimeo, picor, etc.
¿Cómo añadirlos en tu dieta?
Se recomienda su consumo al inicio de la primavera, manteniéndose una regularidad durante toda la temporada o durante todo el año para aquellos con alergias crónicas. Son muchas las formas en las que se puede consumir, ya sea en ensaladas, bocadillos, sopas, salsas, guarniciones y en platos principales.
Si la cebolla o el ajo no son tus alimentos preferidos, existen otras opciones que también contienen quercetina, aunque en menores dosis, como por ejemplo las coles, el brócoli, el mango, la grosella, las endivias, el perejil, la manzana, etc.
Se puede incluir también en pocas cantidades, debido a su fuerte sabor, pero su consumo aportará múltiples beneficios… ¡no te dejará “tan mal sabor de boca”! 😉