El 2018 está a la vuelta de la esquina y, como de costumbre, miles de propósitos llenan nuestra mente. Mantenernos en buena forma física, estar sometidos a menos estrés, viajar más… pero, ¿has pensado en qué puedes hacer para disminuir los síntomas de la rinitis alérgica? Si es así, te presentamos 12 hábitos, uno para cada mes, para sobrellevar mejor este año nuevo al que damos la bienvenida.
- Enero: ¡identifica a tu enemigo!
Es importante identificar cuál es el alérgeno que nos desencadena la alergia y, para ello, deberemos acudir al alergólogo, que será quien podrá recomendarnos el tratamiento más adecuado en base a los síntomas que padezcamos.
- Febrero: con frío, mejor las ventanas cerradas
Para evitar, en la medida de lo posible, el contacto con el polen, es ideal mantener las ventanas de nuestro hogar cerradas y ventilar la casa, evitando las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, o en momentos en los que los alérgicos no se encuentren en casa. Esto también es aplicable a los viajes en coche, siendo conveniente hacerlos con las ventanillas subidas. También es importante llevar a cabo un mantenimiento de los filtros de polen del aire acondicionado del vehículo.
- Marzo: ¡toma mucha vitamina C!
Los alimentos ricos en vitamina C, como la naranja, el limón o el kiwi, son antihistamínicos naturales, ya que nos ayudan a combatir los síntomas producidos por la alergia al polen como, por ejemplo, la congestión nasal o el lagrimeo de los ojos.
- Abril: calma la irritación de los ojos con pétalos de rosas
En plena primavera, para aliviar el enrojecimiento o la irritación de los ojos, lávalos con pétalos de rosas, pues son calmantes y refrescantes. Así mismo, también puedes usar manzanilla, hinojo o té verde.
- Mayo: ¡practica yoga!
El estrés puede provocar que las alergias sean mucho más agresivas, por lo que practicar técnicas de relajación como el yoga puede ser beneficioso para tener ambas cosas controladas.
- Junio: las gafas de sol, ¡tu mejor aliado!
Con el verano ya instalándose, para los días con mayor concentración de polen, utiliza gafas de sol. Así evitarás que el polen entre en contacto directo con los ojos y contribuya a irritarlos aún más.
- Julio: hidrátate, lo agradecerás
Lo habrás escuchado mil veces, pero hidratarse es fundamental y más cuando sufres de alergia al polen. Recuerda beber entre 8 y 10 vasos de agua al día para ayudar a reducir los síntomas de la alergia.
- Agosto: tus vacaciones, mejor cerca del mar
Si no quieres que la alergia amargue tus vacaciones, opta por destinos con playa, ya que su ambiente húmedo evita las altas concentraciones de polen. Además, si te sientes congestionado, el agua del mar limpia las fosas nasales y facilita nuestra respiración.
- Septiembre: para la hora del té, regaliz
El regaliz contiene glicirrina, un potente antiinflamatorio que ayuda a aliviar los síntomas de la alergia. La manera más habitual de beneficiarse de sus propiedades es consumirlo en forma de té o infusión, pero también podemos hacerlo en pastillas o chupando directamente su raíz para extraer su jugo.
- Octubre: ¡purifica el aire de tu hogar!
No todas las plantas de interior provocan polinosis, algunas, como la areca, la dracena o la hiedra, son inofensivas. ¡Hazte con una y purifica el aire de tu hogar de sustancias contaminantes para tu salud!
- Noviembre: aléjate de agentes externos
Las personas que padecen de rinitis alérgica son mucho más sensibles a algunos agentes externos como el tabaco, la gasolina, la pintura, algunos productos de limpieza, etc., ya que son irritables y pueden acentuar sus síntomas.
- Diciembre: App Polen Control
Si quieres tener controlados los síntomas de la alergia, mantente informado sobre los niveles de polen que se registran en tu zona consultando nuestro mapa del polen. O, si prefieres tenerlo todo controlado desde la palma de tu mano, puedes hacerlo con nuestra App Polen Control.
Con estos 12 hábitos, cada mes tendrás una nueva oportunidad para mejorar los síntomas producidos por la alergia al polen. 😉 ¿Te animas a seguirlos?